ÁRBOLES Y CUERPOS

TEXTOSÁRBOLES Y CUERPOS

ÁRBOLES Y CUERPOS

Es un escenario artístico definido por los mandatos del mercado global y en un escenario social marcado por el predominio del tener y la indiferencia entre el ser ¿existe algún sentido o sognificado particular en la creación artística de las mujeres?

Interesado en explorar las propuestas de artistas mexicanas que se distinguen por su autonomía ante las exigencias del mainstream, el promotor Isaac Masri, director del Centro Cultural Estación Indianilla, presenta un proyecto curatorial que sobresale por el diálogo que establece entre diversas identidades: artísticas, generacionales, locales y extranjeras.

Conformado por cinco exposiciones independientes que presentan la obra de mujeres que desarrollan su práctica en ciudades de fuerte tradición y contemporaneidad cultural como México, Nueva York y París, el proyecto Mujeres Artistas en el Siglo XXI esboza algunas regiones creativas de la amplia catrografía del arte contemporáneo realizado por mujeres.

Con propuestas que abarcan el dibujo, el grabado, diferentes vertientes de la tridimensión escultura, instalación y objetos y lenguajes tecnológicos como el video y el cine experimental, Mujeres Artistas en el siglo XXI cuenta con dos curadurías parciales y una museografía general a cargo del Arquitecto Juan Alvaréz del Castillo. Curadas por Isaac Masri, las exposiciones individuales de Nunik Sairet, Sandra Pani, Naomi Siegmann y Jeannet Betancourt destacan un notorio interés por la reflexión entre el ser, el cuerpo y la naturaleza.

Sobresaliente en el escenario de la estampa contemporanéa por su magistral oficio, Nunik Sauret continua la innovación creativa que la caracteriza con una propuesta que integra los opuestos: el grabado en buril sobre madera, la deconstrucción de la figura en la abstracción y la desvanecencia de lo corpóreo en formas sutiles. En Cartografía Corporal, la artista mexicana presenta su más reciente trabajo a través de una serie de mediano formato en la que, los orgános y músculos del cuerpo, se transfiguran en atractivas texturas y transparencias que evocan una misteriosa convivencia etre lo humano y el infinito.

Con dibujos que resaltan por su gran formato de 3 metros, la mexicana Sandra Pani se introduce en un proceso de transformación del ser que transita de la destrucción a la construcción de una nueva identidad. Conceptualizada a partir de las posibilidades de cambio que genera el dolor, la serie que presenta en la exposición De Árboles y Cuerpos planeta, a través de líneas y manchas sintéticas, el sufrimiento del cuerpo desmembrado, su regreso a la naturaleza y la dualidad entre lo femenino y lo masculino.

Reconocida nacional e internacionalmente por sus tallas en madera de discursos hiperrealistas, Naomi Siegmann, neoyorkina de nacimiento y habitante de la ciudad de México desde hace 30 años, presenta esculturas e instalaciones realizadas en materiales industriales como el aluminio y el acero que, bajo el título de Bosque de Sombras, llaman la atención sobre esos futuros bosques que, según ya no serán de madera.

Convencida de que lo artificial ha invadido, opacado y rebajado a la realidad, jeannete Betancourt abunda en la artificialidad del entorno contemporanéo a través de esculturas, instalaciones, pinturas y objetos, realizados con materiales sintéticos entre los que destaca el hule reciclado.Con un concepto escultórico centrado en la configuración del vacío a partir de formas y materiales, la artista nacida en Nueva York y nómada entre México y Puerto Rico, presenta la exposición Into the Void (Adentro del Vacío).

Curada por la artista Mónica Dower, la muestra colectiva México-Nueva York-París. presenta las propuestas en video y cine experimental de 35 creadoras provenientes de las Ciudades mencionadas.

por Blanca González
Esta serie de dibujos se inspiró en un sueño que tuve a principios de 2007. En el sueño tengo el mandato interno de buscar el cuadro "El descendimiento de la cruz" de van der Weyden. La creación de estos dibujos también se ve influenciada por mi experiencia de la obra "La pasión según San Mateo" de Bach, las reflexiones de Francis Bacon sobre la naturaleza universal y arquetípica de la crucifixión y el sufrimiento humano, así como las expresiones escultóricas profundamente femeninas y personales de Louise Bourgeois que expresan procesos de sufrimiento. Esta experiencia abrió mandatos internos, y posibilidades específicas con respecto a patrones de búsqueda, desmembramiento y transformación.

El desdoblamiento de esta serie de dibujos es un proceso en sí mismo. La serie la he dividido en cuatro secciones principales. La primera sección de cuatro imágenes se titula Crucifixión y sufrimiento. La quinta imagen es-en si misma-una sección titulada Desmembramiento. La tercera sección de dibujos, titulada Transformación, está constituida por siete imágenes. La sección de los cuatro últimos dibujos se titula Dualidad.

Los procesos de desmembramiento y transformación representados en esta serie de dibujos no necesariamente se dan en una secuencia ordenada y lineal. El espectador, según las reverberaciones que tengan los dibujos en su psique, podrá verlos en otro orden.

Los primeros tres dibujos de Crucifixión y sufrimiento expresan la vulnerabilidad de un cuerpo que está suspendido, fijo, paralizado, sin brazos, sometido, tocado y lastimado por múltiples manos. En estas tres imágenes subyace insinuado un territorio que evoca orden.

El cuarto dibujo de esta serie se inspira en la escultura de Louise Borgeois, "Arco de Histeria" en la escultura de Borgeois, la figura pende de un hilo insertado en el ombligo. En mi imagen, se insinúa el territorio de la crucifixión, que -junto con los rayos de luz que irradian del cuerpo-transmite la sensación de un apoyo misterioso y de la aceptación del desmembramiento que vislumbra un nuevo orden con significado.

La segunda sección, titulada Desmembramiento, está constituida por un solo dibujo, “Desmembramiento en equilibrio”. Esta imagen, en particular, es esencial para entender la serie como un todo. Expresa la realidad de la destrucción necesaria de un viejo orden con el fin de transformarse en un nuevo orden.

El desmembramiento y la transformación a través del sufrimiento encarnado, ha sido una constante en mi trabajo. En esta serie de dibujos, se enfatizan las energías del desmembramiento creativo, regenerador y el nacimiento a una nueva vida. Esto reverbera con el mito ancestral del desmembramiento / re-membramiento de Coyolxauhqui que conllevó la creación de las fases de la luna.

En los siete dibujos de la tercera sección, titulada Transformación, las imágenes emergen como cuerpos que se transforman en árbol. Las referencias tanto a cuerpo como a árbol son veladas. Estas expresan un misterioso fenómeno que desde hace mucho tiempo me ha interesado, tanto a nivel psíquico como formal: el hecho de que los seres vivos compartimos un diseño universal con variantes, adaptaciones y permutaciones, como por ejemplo, la ligereza numinosa de la capilaridad de una hoja y las venas de una mano o la verticalidad de la columna vertebral de un ser humano y el tronco de un árbol. La esencia universal, la fuente divina, así, se hace visible.

En la parte final de esta serie, titulada Dualidad, comienzan a aparecer imágenes de opuestos separados y, a la vez, en relación: figuras diferenciadas en dos, figuras femenino - masculino en equilibrio, figuras relacionadas entre sí. Un orden nuevo va cobrando existencia, se va consolidando una nueva identidad.

El espectro más amplio de la serie en su conjunto expresa un camino que atraviesa por el sufrimiento, la fragmentación, el retorno a la naturaleza, el volverse a conectar con los orígenes, con las raíces y la subsiguiente transformación de una identidad, una re-integración al mundo.

Tanto el proceso como el tamaño de las piezas tienen un gran significado. Trabajo simultáneamente con la imagen de un tótem o deidad protectora y la imagen de un cuerpo-árbol.

En mi trabajo artístico, un mandato interno me impulsa a establecer un proceso ceremonial y ritual. Literalmente uso mi propio cuerpo. Trabajo con el papel en el piso, camino alrededor y me acuesto sobre él para dejar una huella. Entrar en contacto con el papel, se convierte en toda una reflexión acerca de la experiencia de habitar un cuerpo. El pulso del ritual es muy lento. Cada marca tiene que encontrar su lugar. Las imágenes van tomando forma a través de un proceso de ir dibujando y borrando. Por medio de esta interacción entre opuestos, se expresa el misterio de la corporalidad, en continua lucha entre presencia y ausencia. Aún más profundo que la presencia de la forma encarnada es aquella de la esencia divina misma.

Por Sandra Pani

This series of drawings is inspired by a dream I had at the beginning of 2007. In the dream, I have an inner mandate to look for van der Weyden’s painting Descent from the Cross. The creation of these drawings was also influenced by my experience of Bach’s Passion according to St Matthew,  Francis Bacon’s reflections on the universal archetypal nature of crucifixion and human suffering, as well as Louise Bourgeois’ deeply feminine and personal sculptural expressions of processes of suffering. This experience opened up particular inner mandates and possibilities regarding patterns of quest, dismemberment and transformation.

The unfolding of the series is a process in itself and has been assembled into four main groupings. The first grouping of four images is titled Crucifixion and Suffering. The fifth image is a section unto itself and is called Dismemberment. The third grouping, called Transformation, is made up of seven images. And the final collection of drawings, titled Duality, is comprised of four drawings.

The processes of dismemberment and transformation represented in this series of drawings do not necessarily occur in a linear orderly sequence. In feeling reverberations to their own psyche, the viewers could well view these drawings in a different order.

In the drawings comprised under Crucifixion and Suffering:  "Crucifixion I", "Crucifixion II", "Scala Dei", "Arch of Hysteria", I attempted to make an x-ray of suffering, images that condense pain.

The first three drawings of Crucifixion and Suffering express the vulnerability of a suspended fixed armless helpless body subjected, touched and hurt by a multitude of arms. An order-evoking territory underlies these three images.

The fourth drawing in this series was inspired by Louise Bourgeois’ sculpture "Arch of Hysteria". Whereas Bourgeois’ point of center within suffering has to do with being suspended from the navel, in this image there is the hint of the ground of crucifixion, which together with the rays of light that irradiate from the body, conveys a sense of mysterious support and the acceptance of dismemberment that glimpses a new meaningful order.

The second subseries, called Dismemberment, is comprised by one drawing only, "Dismemberment in Balance”. This image in particular is essential to the understanding of the series as a whole. It is expressive of the necessary destruction of the old order for a new order to come into being.

Dismemberment and transformation through embodied suffering have been a constant motif in my work. In this series of drawings the emphasis is on the energies of creative regenerative dismemberment, on being reborn to a new life. It reverberates to the ancestral myth of the dismemberment / re-memberment of Coyolxauhqui and the resultant creation of the phases of the moon.

In the seven drawings of the third subseries titled Transformation, the image emerges as body that transforms into tree. The references to both body and tree are veiled. They are expressive of a mysterious phenomenon which has long interested me both psychically and formally: the fact that we living beings share a universal design with variations, adaptations and permutations, such as the numinous lightness in the capillary structure of a leaf and the veins of a hand, or the verticality of the spine of a human being and the trunk of a tree. Universal essence, divine source, thus become visible.

In the final part of this series, titled Duality, images of opposites that are separated and at the same time related begin to appear: figures differentiated into two, feminine – masculine figures in balance, figures in relationship to one another. A new order comes into being, a new identity begins to consolidate.

The arc of the larger series as a whole expresses a path through suffering, fragmentation, a returning to nature, a linking back to origins, to the root level and the subsequent transformation of a new identity, a re-integration to the world.

Both the process and the size of these pieces are very important to me. I work simultaneously with the image of a totem or protective deity and the image of a body-tree.

In my artistic work, I am pulled by an inner mandate to establish a ceremonial and ritual process. I literally use my own body. I work with the paper on the ground. I walk around it and lie on it in order to leave an imprint on it. The entering into contact with the paper becomes a whole reflection on the experience of inhabiting a body. The pulse of the ritual is very slow. Each trace has to find its place. The images come into being through a process of drawing and erasing. Through this act of opposites, the mystery of corporality, in a continuous struggle between presence and absence, finds expression. Even profounder than the presence of the embodied form is that of the divine essence itself.

By Sandra Pani